Las baterías de nanotecnología están diseñadas para apagarse al final de la carga y después de un uso prolongado en aplicaciones extremas. Cuando la batería se apague, puede reiniciarla colocándola en el cargador y dejándola hasta que el indicador luminoso se encienda continuamente para indicar que ya está totalmente cargada o que la batería ha reposado suficiente. Si la batería está caliente al tacto, la temperatura interna podría superar los 70 °C y se apagaría. En este caso, el cargador monitorea la temperatura de la batería y no comenzaría el proceso de carga o reposo hasta que la temperatura interna de la batería baje de los 60 °C para evitar que sufra daños. El software de apagado automático de las baterías con nanotecnología protege la batería y le confiere una mayor vida útil.